Divino Niño no es ajeno a la reinvención. Cuando Camilo Medina y Javier Forero, amigos cuyo vínculo se remonta a su infancia en Bogotá, Colombia, se mudaron a Chicago y reclutaron al guitarrista Guillermo Rodríguez para formar una banda, eran forasteros del psych-pop tocando en vivo con una caja de ritmos. Con la incorporación del baterista Pierce Codina, su LP debut de 2019 para Winspear, Foam, consolidó su lugar como pilares del indie rock local. Poco después, el multiinstrumentista Justin Vittori se unió para completar su formación. Una vez más, con su nuevo álbum magistral, impredecible y eminentemente bailable, la banda ha hecho algo radical: dieron un vuelco total a la forma en que escriben canciones, evitando los atascos en la sala de práctica por ritmos colaborativos implacables, ritmos implícitos de pista de baile y música suave. Vibraciones para dosis trepidantes de reggaeton, electropop y trap en su trabajo más aventurero y ambicioso hasta la fecha. Bienvenidos a The Last Spa on Earth.