Los rockeros franceses que todos adoran vuelven con el sucesor de Wolfgang Amadeus Phoenix. Aunque Bankrupt! no se aleja demasiado del rumbo marcado por su predecesor, no le faltan emociones nuevas. Es un disco nervioso e hiperactivo que encaja perfectamente con el estado del mundo actual. Y aunque no puedas descifrar ni una sola cosa de lo que dice el vocalista Thomas Mars, él es como el pegamento que mantiene unido el barco y lo dirige en la dirección correcta. Hay una sensación grandilocuente que se esconde detrás de casi todas las canciones. Este es el material estimulante que anhelamos aquellos de nosotros con poca capacidad de atención. Como una inyección de endorfinas directamente en la corteza cerebral.