Nuevo y sellado
God’s Favorite Customer revela una dulzura agridulce y una franqueza en la composición de Tillman, sin sacrificar ni un ápice de su ingenio o gusto por lo absurdo. Desde “Mr. Tillman”, donde enfoca su lente en su propia desventura, hasta el dolor cavernoso del distanciamiento en “Please Don’t Die”, Tillman juega con la perspectiva a lo largo de todo el álbum con un efecto alternativamente hilarante y devastador. “We’re Only People (And There’s Not Much Anyone Can Do About That)” es una meditación sobre nuestra vida interior y las limitaciones que experimentamos en nuestros intentos de dar y recibir amor. Se solidariza con la canción principal, que examina la relación irónica entre el perdón y el pecado. Juntas, estas son canciones que exigen conocer el amor verdadero o lo que viene después, y a medida que avanza el álbum, esa súplica conduce al descubrimiento de los verdaderos riesgos de este último.