Lleno de viñetas crudas, imaginativas, a veces obscenas, ambientadas en fascinantes canciones pop de ritmo lento, el líder de Cigarettes After Sex, Greg Gonzalez, captura cada emoción que inspira un arco romántico. Pero mientras que los álbumes anteriores se han basado en una amalgama de relaciones, en su mayor parte, X se centra en una sola relación que duró cuatro años. "El disco se siente brutal", admite Gonzalez. "Podría sentarme y hablar de esta pérdida con alguien, pero eso no arañaría la superficie. Tengo que escribir realmente sobre ello, cantar sobre ello, tener la música y luego puedo comenzar a analizarlo y aprender de ello. O simplemente revivirlo, en el buen sentido. No tengo esa cosa de Eternal Sunshine de querer olvidar". Si bien continúa observando las estructuras de las canciones pop clásicas, Gonzalez se ha alejado de las piedras de toque sonoras anteriores de los años 50 y 60, y ahora se siente atraído por un baile lento de los años 70 y 80. Si bien (al típico estilo de Cigarettes) estos cambios pueden ser sutiles, la energía general resultante es similar a las lágrimas refractadas por una bola de discoteca en la pista de baile.