Con Laurel Hell, Mitski consolida su reputación como artista de culto, luego de haber ascendido al estrellato indie con su último álbum, amado por la crítica, Be the Cowboy. Este ascenso fue en medio de una fiebre de división nacional, y la rutina de las giras y las trampas de una mayor popularidad influyeron en su música tanto como en su espíritu. Ella escribió muchas canciones de este nuevo disco durante o antes de 2018, mientras que el álbum terminó de mezclarse en mayo de 2021. Es el período de tiempo más largo que Mitski ha dedicado a un disco y un proceso que concluyó en medio de un mundo radicalmente cambiado. Grabó Laurel Hell con su productor Patrick Hyland durante el aislamiento de una pandemia mundial, en la cual algunas de las canciones “tomaron lentamente nuevas formas y significados, como la semilla a la flor”. A veces es difícil ver el cambio cuando eres el agente del mismo, pero para el resto de nosotros, Mitski ha escrito una banda sonora para la transformación, un mapa hacia el lugar donde la vulnerabilidad, la resiliencia, la tristeza, el deleite, el error y la trascendencia pueden encajar dentro de nuestra humanidad, todos pueden ser vistos como dignos de reconocimiento y, en última instancia, de amor.